La Danza En Personas Mayores
☺ Pablo Pereda González (Dr.). Medico y Cirujano. Especialista en Biología y Medicina del Deporte (Univ. Burdeos) Medicina Ortopédica y Rehabilitación. Especialista en Medicina de
Las personas mayores se dirigen e incorporan hacia actividades que hasta ahora creían tabú. La danza es una de ellas. Dejando aparte el concepto de terapia, que lo es, tonifica la musculatura, favorece el buen funcionamiento articular y supone una conquista en aquello de “nada es imposible”.
No cabe duda alguna que la longevidad alcanzada por la humanidad, tiene mucho que ver con la medicina actual. Una de las consecuencias más palpables se estima en la gran calidad de vida más allá de los 60 años.
Pero ¿Por qué
La respuesta surge de esa incorporación a lo nuevo. El cuerpo de un hombre de 60-65 años puede ser perfectamente armónico. Si no lo es, esta actividad le ayudará a formarlo.
Con La danza Se...
- Favorece la circulación y eleva el autoestima.
- Produce un importante incremento de la psicomotricidad y los reflejos.
- Refuerzan las áreas cerebrales implicadas en la memoria, en sus diversas modalidades; esto es muy útil en fases iniciales de demencias precoces.
- Produce –por supuesto-, la liberación de endorfinas “hormonas de la felicidad”, es un hecho comprobado.
Pero ¿cómo empezar? Quizá lo menos comprometido de entrada sea el baile de salón.
El baile de salón
Se conoce como baile de salón aquella forma de danza que comprende los bailes sociales y que se ven favorecidos por la mayoría de la gente, que están fuertemente influidos por la música popular, y que reflejan el ánimo y los intereses de una época y de una cultura.
En este sentido, el baile de salón o baile social, hace parte de aquel baile que se comparte en un salón donde se reúnen una serie de personas para relacionarse socialmente, como fiestas y celebraciones, entre otros.
Por lo general, los pasos son sencillos y no se necesita de un vestuario específico para ejecutarlo, ni de una preparación rigurosa, ni el compromiso de una presentación oficial como las danzas de carácter y clásicas.
Pero hay otras cosas más enérgicas, ritmos más intensos, de más complejidad, por supuesto, la propia danza moderna.
Muchos son los que creen que problemas como artrosis o artritis frenan estas iniciativas, o que incluso puedan provocar problemas posteriores que les ocasionará dolor o molestias.
Existen estudios al respecto como el realizado en más de 1.700 ancianos que comenzaron programas de ejercicio en cuatro lugares de Estados Unidos. Todos los participantes tenían salud delicada y corrían el riesgo de lesiones por caídas.
El hallazgo más importante es que el ejercicio, desde las actividades de resistencia hasta el entrenamiento para aumentar la fuerza y la flexibilidad, no causó dolor a los participantes que tenían enfermedades como la artrosis.
Este estudio halló que un ejercicio continuo y bajo supervisión, no presentaba riesgos. Se advirtió que los ancianos deberían consultar con sus médicos antes de comenzar un plan de ejercicios.
En nuestro Centro hemos comprobado como la práctica de la danza, adecuada a cada persona según su constitución física, no causa más dolores en pacientes de este tipo, por el contrario, su calidad de vida articular mejora sustancialmente. Por supuesto que a partir de ahí se podrían adaptar coreografías adecuadas al grupo del que se trate.
En Okinawa, tierra donde parece ser, la longevidad es un hecho, los mayores ejecutan danzas tradicionales y folklóricas, además de otro tipo de danza más enérgica que llamaron “kata”, y su salud es excelente.
Sería irresponsable no decir que, antes de comenzar un programa de ejercicios, se necesita una confirmación del médico.
Una vez asegurada la salud, la danza encierra todo un mundo de sensaciones que merece la pena descubrir. Las personas mayores pueden obtener mucho beneficio de ella...¡Es cuestión de dar el primer paso!
Recomendaciones Para La Práctica De La Danza En Personas Mayores
- Acudir a un Centro especializado en Danza.
- No sobrepasar el tiempo de entrenamiento marcado.
- Estimular la circulación articular con ejercicios previos.
- Cuidado de la alimentación.
- Mínimo de tres sesiones semanales.
- Suplementos de Glucosamina .
- Suplementos de calcio y Vitamina D.
- Suplemento proteico .
- Reconocimiento médico cardiovascular y articular anual.
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